Una
Familia...¿Una locura?
Vida en pareja |
Ser
miembro consanguineo de una determinada familia no fue por error o
descuido, fue una decisión que todos y cada uno de nosotros tomamos
en la divinidad en que nos encontrábamos antes de nacer en el seno
familiar y llegamos precisamente a ese grupo familiar con un
determinado propósito de grupo y con una finalidad individual del
alma, lo cual realmente somos y así está en las escrituras de toda
religión, para tener una oportunidad mas de expandirnos, crear y
gozar con nuestro cuerpo físico lo creado con alegría y felicidad,
ya que en
el hogar somos seres etéreos que tenemos todo el poder y la
habilidad de crear lo que deseamos y queremos pero no podemos gozar
de lo creado por no tener cuerpo físico como el que encarnamos y que
ahora poseemos en esta vida y con este grupo familiar en la tierra.
El
amor, la alegría y la felicidad en el entorno de la familia al igual
que todo lo demás de nuestra vida familiar y personal se puede
atraer y obtener si tan solo somos capaces de enfocar nuestras
actitudes, nuestros pensamientos, sentimientos y emociones en una
sola dirección, el bienestar propio y el de el entorno familiar.
Nuestro
mayor obstáculo para conseguir cualquier cosa que nos propongamos en
lo personal o en el entorno familiar NO SON quienes nos rodean, es
nuestra propia mente, ya que ella
habla y habla sin parar, sin que casi nunca sepamos exactamente
qué es lo que ella nos dice y mucho de lo que ella habla sin que nos
demos cuenta, son frases descalificadoras hacia nosotros mismos y que
por consiguiente con ello creamos las situaciones que en este momento
estamos viviendo tanto como persona como grupo familiar.
Ahora
bien, considerando que una de las actividades favoritas de la mayoría
de los seres humanos en cada grupo familiar es criticar y juzgar a
los demás, así como el mal interpretado sentido de propiedad, digo
mal interpretado sentimiento de la propiedad porque olvidamos que
nada es para siempre y que no somos dueños absolutamente de nada y
de nadie ya que cuando nos regresamos al hogar no nos llevamos
absolutamente nada de eso que creemos que significa la propiedad y
que consecuentemente separa y desintegra a los miembros del grupo
familiar. Diariamente algo o alguien cae blanco de nuestros
juicios y críticas, así como del sentido de propiedad y esto es así
porque vivimos la falsa ilusión de la perfección de nuestra vida.
¿Cuantas frases como por ejemplo: “eres flojo, “no te mereces
nada bueno”, “eres feo”, “siempre se te hace tarde”, etc.,
etc., etc., son parte de nuestro repertorio de lo que nos hablamos a
nosotros mismos día tras día?. Y si ademas a esto le sumamos que
esta charla la hemos tenido durante años adentro de nosotros sin que
lo sepamos o sin que nos demos cuenta de ello, entonces no es de
extrañar que vivamos como perros y gatos en el entorno
familiar y en varios casos mas de un integrante de la familia se
encuentre distanciado a consecuencia de esto y de otros motivos que
verdaderamente no tienen ninguna importancia para la oportunidad y el
propósito al que venimos al encarnar este cuerpo en el que ahora
estamos viviendo.
Creemos
de forma equivocada que tenemos la razón, que sabemos más que los
demás, que somos mejores que el otro y la verdad es que nada de esto
es cierto. Todas las personas somos iguales. Todas las personas
tenemos la misma clase de defectos y cometemos la misma clase de
errores. No hay en realidad ninguna diferencia. Para poder juzgar o
criticar a alguien, deberíamos estar libres de aquello que juzgamos
o criticamos y sin embargo no lo estamos y esto es así porque
para poder ver en otra persona un error o un defecto, es porque ese
error y ese defecto existe y vive lacerándome adentro
de mí. Si no fuese así me sería imposible verlo en los
demás integrantes de cada grupo familiar y en el propio. Al respecto
y al igual que muchas
otras cosas, existe una enorme ignorancia en nuestra mente que
nos impide saber y entender esto como una realidad.
No
hay personas superiores, no hay personas mas inteligentes, no hay
personas perfectas. Todas en mayor o en menor medida nos equivocamos,
tenemos defectos, fallamos en lo que somos, en lo que hacemos. Esa es
una verdad y quien sepa reconocerla y aceptarla, podrá dar un paso
hacia adelante para comenzar a liberarse del juicio y de la crítica
hacia sí mismos y hacia los demás. Ya que quien juzga y critica a
otros por lo general lo hace la mayoría de las veces sin ninguna
justificación, sin ninguna compasión y lo que es peor aún, sin
darse cuenta de ello y casi siempre quien juzga y quien critica a
otros, comete esos mismos errores de maneras mucho más marcadas que
aquellas por las que juzga a los demás. Y todo ello conlleva a que
hagamos mucho daño emocional y físico al exterior e interior de
nuestro
cuerpo y dicho daño se ve reflejado en nuestras enfermedades y
actitudes.
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La crítica y
el juicio son tan solo una pequeña muestra de todo el odio, el
rencor, el resentimiento, la inseguridad y la falta de amor propio
que albergamos adentro en lo profundo de cada uno de nosotros.
“Señalo con un dedo a la otra persona y no me doy cuenta que
cuatro dedos de mi mano apuntan directamente hacia
mí”.
Para
poder atraer el amor de nosotros y de la familia, se debe comenzar
por desbloquear todo aquello que de forma inconsciente adentro de
nosotros nos hace creer que no somos merecedores de nada. Para ello
hay que eliminar toda critica y dejar de juzgarnos e ir muy adentro
de nuestro yo superior a fin de lograr abrir las puertas que de una
manera u otra cerramos a partir de los dos o tres años de edad y que
aún permanecen cerradas.
Ahora déjame decirte que en la actualidad quien encuentra
el amor en si mismo y en su entorno familiar es tan afortunado
como aquel que encuentra un tesoro, con la enorme diferencia de que
es mucho más fácil encontrar el amor que encontrar un tesoro.
Desafortunadamente No sabemos amar, no sabemos ponernos en los
zapatos de los demás.
Debes
tener siempre presente que el cambio que tanto deseas que
ocurra, ¡No comienza en el otro, Comienza en ti!.
¿Cuantas
veces al día le dices a cada miembro de tu entorno familiar que lo
amas y que le agradeces el que esté ahí y le das gracias por su
tiempo que comparte contigo? ¡Nunca des por hecho que ya lo saben,
díselo con tus propias palabras día a día! El amor es el alimento
del alma,como la comida es el alimento del cuerpo y si alimentas al
cuerpo tres veces al día, ¿porqué no alimentas el alma día a día?
Alimentar el alma es totalmente gratis. ¿Qué
esperas? Hay acaso una justificación que valga la pena, de
acuerdo a lo anterior, el no enviarle un saludo diario a ese hermano,
hermana, tío, primo , sobrino o padre por teléfono o por cualquier
red social aunque aparentemente no lo lea?...¡si lo verá!... ¿y
sabes qué?... Muy en su interior se alegrará su alma… no esperes
a que lo haga el o ella..dá tú ese primer y segundo paso cada día,
no importa la hora !solo hazlo!… ¡y entonces estarás alimentando
con amor tu alma que es verdaderamente lo mas importante!
Como
conclusión, hagamos que Ser miembro consanguineo de una familia como
la nuestra sea tu verdadera
realidad y una de las mejores decisiones que todos y cada uno de
nosotros hayamos tomado en todas nuestras anteriores encarnaciones y
por consiguiente, con todo el Poder Interior que hay en ti y en mi,
creemos, disfrutemos y gocemos con nuestro cuerpo físico, ahora, con
amor, alegría y felicidad.
Por
hoy, con absoluto respeto y todo mi cariño, ésta es mi aportación
para ti. ¡Sonríe
y sé feliz!
Familia,
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